La tendencia al cierre de bares registrada en Sevilla capital se
reprodujo en toda la provincia, en la que la desaparición de comercios
dedicados a la restauración fue incluso más acusada. En ninguno de los
municipios de Sevilla creció el número de bares y restaurantes y sólo en
uno, Espartinas, se mantuvo el mismo número entre los años 2007 y 2012,
según refleja el Anuario Económico de España elaborado por La Caixa. En
el resto de ciudades y pueblos de la provincia de Sevilla, las cifras
revelan una importante caída del número de negocios de un sector que
durante los últimos años parecía mantenerse como uno de los menos
afectados por la crisis económica, de modo que hubo hasta quien habló de
la nueva burbuja de los bares.
Quizás en las zonas turísticas o en el centro de la capital sí
pueda hablarse de este fenómeno, pero en cuanto se sale a extramuros la
percepción cambia. Las cifras lo acreditan. Sólo Espartinas mantuvo en
2012 el número de negocios relacionados con la restauración que tenía en
2007. Y quizás lo hiciera porque sólo tiene 16 comercios de este tipo.
En el resto de municipios hubo un descenso generalizado de la actividad
del sector, que se dio tanto en pequeños pueblos como Castilleja de
Guzmán, que sólo tiene dos bares, como en la propia capital, donde hay
3.872.
Entre estos dos municipios hay una enorme horquilla en la que
destacan como descensos menos acusados los de las ciudades con mayor
población. Así, la tercera ciudad en número de habitantes de la
provincia, Alcalá de Guadaíra, sólo perdió un 8,1% de sus bares,
restaurantes, cafeterías o heladerías en el último lustro. La segunda
más poblada, Dos Hermanas, también fue una de las que mejor paró el
efecto de la crisis, con sólo un 9,2% de caída.
De hecho, ambas ciudades fueron, junto con Espartinas, las
únicas que se quedaron por debajo de un 10% de variación. En Dos
Hermanas el número de bares registrados en 2012 fue de 499, mientras que
en Alcalá de Guadaíra 401. Quizás uno de los factores que explique la
caída más leve en este municipio sea el hecho de que un porcentaje
importante de estos negocios están ubicados en los numerosos polígonos
industriales ubicados en su término municipal, en los que sigue habiendo
una actividad comercial importante, aunque también se haya visto
afectada por la crisis.
La cuarta ciudad en número de bares es Utrera, con 229 y un
descenso del 10,2%. En el siguiente escalón están La Rinconada, con 180 y
una bajada del 16,5%; Morón de la Frontera, con un 173 y una caída del
17,4%; y Écija, con 167 y un descenso del 15,7%. Le siguen Mairena del
Aljarafe, con 152 bares y un 18% menos en el último lustro; Camas, con
151 y un 19,9% menos; y Carmona, con 150 negocios, lo que supone el
15,8% menos que en el año 2007. Por encima del centenar de bares también
están Los Palacios y Villafranca, con 142, Coria del Río, con 131, y
Lebrija, con 106.
El municipio en el que más acusado fue el descenso fue
Castilleja de Guzmán, donde quedan dos bares, lo que supone una caída
del 66,7% en el último lustro. Huévar, La Lantejuela y Albaida le siguen
entre las poblaciones con mayor descenso.
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