Medio millar de bares cierran en Sevilla anualmente

El sector hostelero sevillano es muy dinámico y a la vez un negocio refugio en tiempos de crisis. Ello trae como consecuencia que se abran un gran número de bares, pero esto no impide que, al mismo tiempo, desde el inicio de la crisis, Sevilla y la provincia haya experimentado un descenso neto de casi 500 establecimientos al año.

José Luis Camarero, gerente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla y Provincia, es consciente de la posibilidad de que se produzca un estallido de la «burbuja de la hostelería», al igual que ocurrió con otros sectores como la construcción. A este respecto, reconoce que «aunque ahora mismo puede parecer que hay un exceso de establecimientos hosteleros, las leyes del mercado irán marcando si hay un elevado número de locales y, por lo tanto, la oferta se irá ajustando a la demanda. Lo que sí es cierto es que el pastel es cada vez más pequeño y hay más comensales».

Camarero insiste en que «en general, la situación es complicada y el sector lo está pasando mal, ya que llevamos 61 meses consecutivos de descenso de facturación en torno al 8 y el 10%». Con todo, matiza que el turismo «está amortiguando las dificultades económicas en el sector». Así, indica que casi el 54% del gasto del turista que acude a Sevilla se realiza en servicios del sector de la restauración, lo que viene a suponer unos 35 euros de media.

Para paliar esta situación, los empresarios han tenido que hacer uso de la imaginación y de nuevas fórmulas de venta para garantizar la rentabilidad de los negocios. «Así –incide– los profesionales están haciendo un gran esfuerzo por ajustar la carta a unos precios más asequibles para el público».

Por otra parte, el gerente de la asociación de los hosteleros sevillanos mantiene que los bares tradicionales coexisten «sin demasiada tensión» con las franquicias y el gastrobar, «un innovador concepto en la restauración, basado en una especial decoración del local, así como una cuidada presentación y elaboración de los platos», explica Camarero.

Al sector de la hostelería genera unos 30.000 puestos de trabajo en Sevilla capital y la provincia. De esta cifra, un 60% corresponde a la ciudad y un 40% al resto de municipios sevillanos. Y ello pese a que Sevilla cuenta con un bar por cada 174 habitantes, cuando la media nacional es de uno por 139 habitantes.

Modelos de bares

Cocina tradicinal En octubre, el restaurante-bar Eslava, un clásico del barrio de San Lorenzo, cumplirá sus bodas de plata. Tras siete años con su pequeño establecimiento, Sixto Tovar decidió ampliar el servicio a su clientela. Veinticinco años después, ambos locales comparten la relación de calidad y precio, basados en productos ecológicos y sembrados en la huerta de Sixto. «La cocina es amor y cariño y hay que innovar diariamente, sin olvidar lo tradicional», asegura. Sus tapas han recibido varios premios desde 2010 en el concurso de tapas «Sevilla en boca de todos». «El Eslava va de los garbanzos al foie», han llegado a decir los clientes.

Gastrobar El establecimiento Lumbreras, en la calle Santa Clara, es un modelo de gastrobar, un negocio en auge en la ciudad. Hace tres años, Francisco Javier González Ramírez hizo realidad su sueño de abrir un bar basado en la cocina contemporánea, de fusión con otros sabores. «Damos un servicio de calidad al cliente con una carta elaborada y mejor presentación», afirma el responsable de Lumbreras, Juan Contreras. El jefe de cocina, Santiago González, indica que «mezclamos de forma equilibrada lo tradicional con un toque original, que nos hace únicos».

Franquicia El grupo Restalia, presidido por el empresario José María Fernández Capitán, cuenta en Sevilla con 32 establecimientos, con tres conceptos de restauración: 100 montaditos y La Sureña y el Mercado La Sureña (una fusión de los dos anteriores en un mismo espacio). Se trata de una empresa «viva y en movimiento», con un equipo humano que equilibra perfiles senior y talento joven y creativo. Los productos cumplen unos altos estándares de calidad y, en su gran mayoría, provienen de proveedores españoles. «Además, nuestros precios son ultraeconómicos y las promociones nos hacen estar cerca y ser afines al cliente», destaca Anne Corcuera, directora de comunicación de Restalia.