lunes, 27 de octubre de 2014

Sevilla Degrada - Caso Arenal

La Alameda, La Alfalfa, la zona de la estación de Córdoba, Enladrillada, Sevilla-Este, San Pablo-Santa Justa, El Arenal, Los Remedios, Triana, Nervión, el Prado de San Sebastián, La Buhaira, Santa Clara, Amor de Dios, Barrio de San Cruz, y calle San Fernando. 
Los vecinos de esas zonas están organizando un frente común contra el ruido para crear la plataforma «Sevilla Degradada» y están preparando una denuncia ante el Comité de Peticiones del Parlamento Europeo, según la abogada Emilia de la Serna, portavoz de la «Plataforma por el Descanso Sevilla sin Ruidos».
«La actitud del Ayuntamiento es de inactividad, dejación de funciones y dejación del deber de auxilio. No se aplican las sanciones del art. 3 de la Ley de Potestades a los locales, los cuales incumplen la ley al permitir el consumo de alcohol: fuera de horario, de pie , o en veladores sin licencia. Eso ocurre impunemente en toda Sevilla, para empezar en El Salvador y en todas las calles estrechas». 
Asegura que el «Ayuntamiento ha garantizado la impunidad de quién incumple» y relata que los inspectores no pueden salir ni en fin de semana , ni después de las 2 de la tarde, «no se inspecciona el ocio nocturno, ni veladores y sólo dos policías la noche del viernes y sábado: podrán hacer 6 ó 7 denuncias por noche que se pierden o duermen el sueño de los justos». 
«Los expedientes —sigue— no se abren y si se abren, como mucho se apercibe al incumplidor con una posible sanción si vuelve a incumplir. Si se sigue denunciando, con mucha suerte ponen una sanción irrisoria». Denuncia también que los vecinos no tienen un teléfono directo con la Policía, que «el 112 no funciona» y que, por citar un ejemplo, una vecina de Carretera de Carmona ha tenido que malvender su casa a menos de un tercio de su valor, actual porque hay decenas de veladores bajo su ventana y locales sin licencia. Ahora ella está en los tribunales y el Ayuntamiento sin actuar. 
También señala que la «la protección a ultranza de quién contamina llega a poner un servicio de limpieza de Lipasam para los bares, a la 1,2 y 3 de la mañana y más. El propio ayuntamiento incumple al poner en la calle maquinaria que supera los 90 decibelios, cuando no se pueden superar los 45, con absoluto desprecio por los vecinos. Incluso Lipasam limpia los parques durante dos horas con sopladoras.
«Quien tiene veladores o botellón o locales con aglomeraciones en la puerta está condenado a no vivir y el Ayuntamiento puede y tiene que actuar, contra los que hacen botellón , contra los veladores, contra las aglomeraciones y contra los locales», termina Emilia de la Serna.

Los colectivos sociales Alfalfa Degradada, Estación de Córdoba, Alameda Norte, Guadalquivir y Plataforma por el Derecho al Descanso, reunidos bajo la marca Sevilla Degradada, no han asistido este jueves, finalmente, a la mesa de negociación convocada por el Ayuntamiento hispalense en torno al conflicto derivado de las actividades nocturnas de hostelería y la práctica del botellón.
Emilia de la Serna, una de las activistas de Sevilla Degradada, ha manifestado a Europa Press que la decisión de no asistir a la mesa de negociación programada para este jueves por el Ayuntamiento deriva de la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de la nueva ordenanza contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones, aprobada definitivamente en el pleno ordinario de julio pese al rechazo de estos colectivos y en vigor a partir del 26 de noviembre. 

Esta nueva ordenanza no ha estado exenta de controversia, pues para preocupación del sector de la hostelería, prohíbe aspectos como "hacer rodar o arrastrar en el interior de los establecimientos barriles de cerveza o mobiliario en general", así como "dados, dominó y similares" o "cantar, hacer sonar instrumentos musicales, gritar o mantener conversaciones excesivamente altas". En el caso de los veladores, la nueva ordenanza censura aspectos como "servir comidas o bebidas al público cuando éste las consuma permaneciendo de pié dentro de dicha zona, o fuera de ella en zonas aledañas a la actividad principal" y "servir comidas o bebidas al público cuando éste las consuma de pié en el exterior junto a la ventana mostrador que pueda disponer el establecimiento principal, ventana que sólo podrá ser utilizada por el camarero". Las activistas de la protección del derecho al descanso, de su lado, se oponen también a la nueva ordenanza municipal porque, entre otros aspectos, permitiría la instalación de actividades con emisiones de hasta 90 decibelios en edificios de viviendas o inmuebles colindantes a viviendas. Según el colectivo, los ciudadanos "podrán ver cómo el local vacío bajo su vivienda o el bar de toda la vida se convierte, por arte de esta ordenanza, en una sala de baile, o en un karaoke, o en una bolera o en una actividad con música y gente en la calle gritando toda la noche", toda vez que "también se introducen bares de copas colindantes con viviendas, es decir, nos condenan a tener música y gente gritando toda la noche". "Esas actividades han estado prohibidas en viviendas o colindantes desde el año 2001 y quedarán blindadas como las demás porque Zoido no deja actuar a la Policía, ni mide los ruidos, ni dispersa el botellón, ni inspecciona las actividades después de las dos de la tarde. Que sepan los vecinos que quedarán abandonados a su suerte y que en cualquier momento, sus vidas se pueden convertir en un sin vivir nocturno", señalan. Emilia de la Serna, en ese sentido, ha manifestado que "no era serio" celebrar la citada mesa de debate cuando el Ayuntamiento "ha publicado" la nueva ordenanza pese a que estos colectivos reclaman su "retirada" y la modificación de la ordenanza previa de veladores para endurecer algunos de sus términos. "En 2001 se prohibieron estas actividades nocturnas de bares de copas y karaokes junto a viviendas y el alcalde ahora lo suprime, después de facilitar las licencias a través de la fórmula de la declaración responsable, el hecho de que los inspectores de medio ambiente no salgan —más allá de su horario matinal— y la línea verde de la Policía Local se reduzca a dos agentes cada noche del fin de semana", alega De la Serna sobre esta "ruptura". Por eso, reclaman la "retirada" directa e inmediata de esta nueva ordenanza para negociar un nuevo texto, así como la "modificación" de la ordenanza previa de veladores para endurecer las restricciones sobre los mismos.







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