Se aproxima la Navidad y en estos días festivos las principales calles y zonas comerciales del centro se volverán a llenar de sevillanos y turistas. Son días de paseos, de compras, de relajación en los bares y las terrazas, de impulso del consumo, de luces, de colas en los belenes, de mapping... pero también de molestias, de atascos , de ruidos para muchos de los vecinos que tienen la suerte, o la desgracia, de vivir en el casco antiguo. La mayoría de ellos se quejan de que el centro se ha convertido en un parque temático durante todo el año, y más en estas fechas, haciendo muy incómoda su vida diaria. Y no es que no les guste la Navidad, o vayan contra los bares y comercios que en estas fechas multiplican sus ganancias, pero, como dicen desde la Asociación Plaza del Salvador y Entorno, "entre la oscuridad de Torrijos y las luces de Zoido hay un término medio".
El actual gobierno municipal ha conseguido posicionar a Sevilla como un destino de Navidad. Recientemente, una página web de viajes situaba a la ciudad como el octavo destino del mundo preferido por los españoles para viajar en sus vacaciones de invierno. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, también ha avanzado que Sevilla se ha convertido en el segundo destino nacional para las navidades. Se espera un aluvión de visitantes que ha tenido su avanzadilla durante este puente de la Inmaculada, en el que se ha colgado el cartel de "completo".
Mientras que los turistas disfrutan relajadamente paseando por las calles del caasco antiguo, los residentes tienen que amoldar su cotidianidad durante estos días en los que el centro se mueve a dos velocidades: la de los vecinos que tienen que seguir haciendo su vida diaria y la de miles de personas (sevillanos de otras zonas y turistas) que acuden a pasear y a disfrutar de los atractivos de la Navidad.
¿Y cómo se compagina eso? "Con mucha paciencia. Aunque a veces es exasperante", afirman los vecinos del Salvador. Esta plaza es uno de los principales focos de esparcimiento de la ciudad durante todo el año, pero en Navidad la situación se complica mucho más, como afirma uno de los portavoces de la asociación: "Estamos en pleno kilómetro 0. El mapping, por ejemplo, nos complica mucho la vida a la hora de coger el coche. Desde la Alfalfa hasta Hernando Colón se corta el tráfico por la invasión de personas y aunque han puesto un sistema alternativo, que consiste en salir por la Cuesta del Rosario hacia arriba y buscar la Gota de Leche, es muy complicado. Hay vecinos que incluso se llevan los coches a otros sitios".
Los vecinos del Salvador aplauden que se haya recuperado el ambiente festivo y comercial del centro durante la Navidad, pero advierten que muchas veces va en detrimento de su calidad de vida: "La Semana Santa sabes que dura una semana, pero la Navidad cada vez se adelanta más. Ya dura más de un mes. Nos alegramos de que se haya recuperado el pulso festivo, pero el nivel de ruidos que soportamos durante todo el día y los problemas de movilidad han empeorado de manera importante. Desde el punto de vista del vecino hemos ido a peor".
El Salvador, y esto es algo que no sólo sucede durante la época navideña, denuncia que existe una importante concentración de actividades en la plaza y su entorno que prácticamente la tienen secuestrada para el uso y disfrute de los vecinos: "Está todo demasiado concentrado aquí y en Navidad se multiplica. Nos afecta la Cabalgata, el Heraldo, las cabalgatas de las hermandades... Sí es cierto que por la noche, gracias a la presencia policial, ha mejorado la cosa, pero ahora el problema se ha trasladado al mediodía. Y en Navidad están los bares llenos durante todo el día. Se ha fomentado el ocio pero se ha perjudicado a los vecinos. Todos los días hay algo. Se deberían derivar algunas actividades a otros barrios".
Otra de las zonas que se pueblan sobremanera en Navidad es el Arenal. La bautizada como Ruta del gin tonic, que comprende desde la calle Arfe hasta Adriano, incluso ya el Paseo de Colón, junto a sus calles adyacentes, se congestiona aún más en estas señaladas fechas. Si durante todo el año, salvo el verano, tienen a centenares de personas bebiendo a las puertas de sus casas y generando un ruido insoportable, ahora la situación todavía empeora más. "En Navidad todas las molestias y los problemas que padecemos se multiplican. Las del año pasado fueron tremendamente horrorosas", explica un portavoz de la Asociación de Vecinos Torre del Oro. Esperan que para este año la situación cambie. Ya han mantenido varias reuniones con el Ayuntamiento para este fin y, por el momento, se muestran confiados en que van a cumplir con lo prometido: "Creemos que por fin nos van a ayudar. Han puesto interés. Confiamos en que sea así y que actúen con la misma contundencia que lo han hecho en la Alfalfa. De cara a las navidades se han comprometido a incrementar la presencia policial y la vigilancia y el control de los bares para que cumplan la normativa. Así que estamos expectantes, pero de momento, contentos".
La Alameda de Hércules es otro de los lugares en los que se desarrollan varias actividades con motivo de la Navidad. Además, esta zona sufre durante todo el año los estragos de la movida, como ha venido denunciando en diferentes ocasiones Luis Gómez, de la Asociación de Vecinos Alameda Norte. En cualquier caso, no cree que con la Navidad se incrementen sus problemas: "En principio no nos afecta más allá que todo el año. Es normal que haya más gente, pero los horarios de las actividades son limitados. El trasiego y que haya más personas está bien. El problema es el incivismo de algunos y eso lo vivimos durante todo el año, no tiene que ver con las fiestas".
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