miércoles, 21 de noviembre de 2012

Casi 400 años años después, vuelve un Hasekura a Coria

Casi 400 años años después, vuelve un Hasekura a Coria

El decimotercer descendiente directo del capitán que dio origen al apellido Japón conoce las «lejanas» tierras sevillanas.




En octubre de 1614 llegaba a la ribera de Coria del Río la misión Keicho, una de las primeras expediciones diplomáticas japonesas a Occidente. Esta delegación, enviada por el señor feudal de Sendai, Masamune Date, tenía como objetivo entrevistarse con el Rey de España Felipe III, así como con el Papa, para solicitar el envío de misioneros y así tratar de poner paz a la tensa rivalidad entre jesuitas y franciscanos por el monopolio del Cristianismo entre los japoneses.

Una expedición de japoneses llegaron en barco a Coria debido a una avería en su embarcación, ya que no se dirigían aquí. Pero, al parecer, se encontraron a gusto en este lugar y se quedaron. Desde 1.915 españoles que tienen un apellido original y con historia. Y ese lugar donde unos japoneses “se encontraron a gusto” allá por el siglo XVII, fue una pequeña localidad sevillana a orillas del Guadalquivir, Coria del Río, donde 650 de sus habitantes lucen con orgullo la palabra Japón en su sobrenombre. La localidad es recorrida por unos 3.000 japoneses cada año
Los orígenes de esta unión hispano-japonesa bien valen una producción cinematográfica. La llamada embajada ‘Keicho’ partió en barco desde la ciudad de Sendai para visitar al Papa en Roma y así conseguir apoyo político para los nipones que se convirtieron al cristianismo. Tras una parada en México, la expedición hizo una última escala en un puerto del río Guadalquivir muy desarrollado en la época: Coria del Río. El recibimiento fue tan cálido, solemne y respetuoso, que parte del grupo diplomático decidió quedarse en la pequeña localidad y así comenzar una nueva vida lejos de la represión anticristiana que sufrían en su país.
Aquellos japoneses se casaron con corianas y tuvieron descendencia. El apellido Japón surgió entonces como una manera práctica de solucionar un problema lingüístico. Pusieron como apellido su país de origen ante la dificultad de pronunciar y escribir sus apellidos originarios. En 1614, la llegada de la embajada japonesa al puerto de Coria del Río debió ser un gran acontecimiento. En Sevilla se conserva mucha documentación sobre la embajada ‘Keicho’, pero en Coria del Río no se conserva ninguna al respecto. Solo las inscripciones de bautismo en la Parroquia de Santamaría de la Estrella y, en el archivo municipal del ayuntamiento, el alistamiento de estos primeros descendientes con apellido Japón al servicio militar”, cuenta el concejal.
A pesar de lo interesante para su propia historia nacional, los japoneses no tuvieron constancia de estos hechos hasta 1989. Con motivo de la conmemoración del nacimiento de Sendai como ciudad, se investigó sobre sus orígenes en una serie de documentos escritos por Date Masasume, el señor feudal de entonces. En estos escritos, el gobernador mencionaba a uno de sus samuráis más fieles, Hasekura Tsunenaga y su excelente labor dirigiendo la expedición ‘Keicho’. Fue así como la ciudad japonesa y Coria del Río iniciaron su relación, que se formalizó con un hermanamiento en 1991. Para celebrarlo, se instaló una estatua del samurái y embajador de la comitiva en el parque Carlos de Mesa de la localidad sevillana, junto al río Guadalquivir.

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