La vida de este bar
Si un hombre vive una vida plena evoluciona con el tiempo. Si lleva un bar, su bar también lo hace. El crecimiento de El Colmaito de Cai ha estado a vista de sus incondicionales por cada uno de los detalles que han ido llenando sus paredes. Recuerdos de clientes agradecidos que aportaban fotografías, cárteles de Semana Santa o Feria, Posters de la Virgen de los Reyes, mla Pura y Limpia del Barrio del Arenal, el Corphus, y un largo etcétera de recuerdos que fuera lo que fuera, fueron creando por sí solos la decoración del local.
Para Vicente Ortega cada uno de esos detalles es un instante, una cara, un momento Colmaito. Desde que era una bodeguita de vinos con aceitunas, embutidos y conservas; donde su anterior propietario el cantao flamenco Beni de Cai, que ayer cumplió 20 años de su efemérides jugaba al Rentoil con sus clientes y apostaba botellas de Chivas hasta hoy, con una cocina poco vista, tradicional y contemporánea a la vez que moderna y con clientela heterogénea, donde locales y foráneos van unidos de la mano por la misma cocina. Son atentos, rápidos y con una sonrisa en la barra. Y su mujer María José aporta su punto especial en la cocina donde su personalidad autodidacta, ha absorbido de todo lo que ha visto y leído, y sus platos han mejorado sin parar. No deja de crear nuevas recetas, porque no lo puede evitar, porque si no, confiesa, se aburriría. Y es que la vida de esta familia está volcada en este negocio.
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