Muere la fundadora del grupo Juliá, Pilar García Alonso, a los 108 años. La hostelera y empresaria, que dio inicio a una saga de empresarios de la restauración de gran prestigio en Sevilla, ha fallecido tras más de 90 años en activo. Nacida en Santiago de Compostela en 1902, llegó poco después a la capital andaluza y se casó con Eduardo Juliá. Sería con él con el que empezó a forjar lo que hoy es un grupo de restaurantes y servicios de cátering más reconocidos de la ciudad.
García Alonso fue reconocida en su labor como incansable trabajadora por el Gobierno en 2008, cuando le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Con 96 años, el Consejo de Ministros quería premiar una larguísima vida laboral de éxito. Antes ya había sido reconocida con la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo. La matriarca de los Juliá comenzó trabajando junto a su marido en la terraza de La Cruz del Campo, la cervecería Oriental y el Bar «Gibraltar». En los años 40 tomó la concesión de varios bares y restaurantes, así como casetas de Feria, organización de banquetes y servicio de comidas. En los años 50 abrió el bar y cafetería Juliá, pionera en los servicios de catering en Sevilla, principal actividad del negocio.
De esta forma plantó la semilla de lo que más tarde sería un referente en la restauración de Sevilla. Titulada en Dirección de Empresas Turísticas, García Alonso se mantuvo trabajando hasta pasados los 90 años y atesoraba en su carrera momentos de gran éxito, como haber servido a altas instituciones tales como la Casa Real, la OTAN, el grupo textil H&M o Johnsons & Johnsons entre otros.
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