martes, 19 de marzo de 2013

Tapeando por el Polígono Sur

Unos 40 universitarios de la residencia Flora Tristán inauguraron la primera ruta de tapas por los bares del Polígono Sur, una original iniciativa para promover lo bueno de este enclave
Cuatro decenas de universitarios de Sevilla que se alojan en la residencia Flora Tristán tapearon ayer por los bares del Polígono Sur en una original iniciativa que pretende promocionar las cosas buenas de este barrio. Un rico guiso de carne en salsa con patatas fritas en el bar Giralda Sur (avenida de la Paz esquina calle Estrella de la mañana), tapita de arrolito en el ambigú de la asociación de vecinos El Sur (avenida de la Paz) y montaítos de serrano o roque en la terraza del Quintanilla (antigua calle Manuel Fal Conde). 

La degustación de platos se pagó a un precio total de 4,5 euros (cervezas incluidas) en la primera ruta de la tapa por el Polígono Sur, una ingeniosa idea de los becarios de la residencia universitaria Flora Tristán, un alojamiento de la Universidad Pablo de Olavide construido en pleno barrio de Las Letanías donde se trabaja a diario por la cohesión social y la ayuda a los vecinos de la zona. 

La entidad Dime, dedicada a la dinamización de entidades y mayores del Polígono Sur y formada por becarios de la residencia, como Unai, tuvo la idea de promocionar el tapeo por estos barrios que no son conocidos por la mayoría de los sevillanos. La ruta pretendía, además, enseñar la zona a los becarios y doctorados de varias nacionalidades (México, Honduras, Venezuela, Colombia, Ecuador, Francia..) que han llegado a Sevilla para estudiar en las dos universidades y se alojan en la Flora Tristán. La mexicana María Elena, estudiante de Comunicación, relataba que le gusta "este barrio tranquilo donde me tratan muy bien" y el proyecto social de la residencia. 

El tapeo tuvo un colofón de reivindicación social y urbanística. Al llegar a la terraza del Quintanilla, los organizadores plantearon la histórica petición vecinal que sigue pendiente: el derribo del muro de las vías del tren que los aísla. Se aprovechó que el bar está a pocos metros del muro que separa los barrios del Polígono Sur de las viviendas de alto poder adquisitivo de Bami. Es el único punto de la ciudad donde las vías del tren aún están a la vista, sin soterrar. La obra está prevista en el Plan urbanístico vigente en Sevilla (PGOU) desde 2006 sin que se acometa. 


La trabajadora social María Maguita recordaba ayer que la idea es que venga la gente al Polígono Sur a echar una tarde agradable, e ir consolidando esta iniciativa. 

Los organizadores concertaron un precio cerrado por tapa y bebida con los responsables de los tres bares que finalmente visitaron. Jesús, encargado del ambigú de la asociación de vecinos El Sur, se mostró contento con la llegada de los universitarios, pero le gustaría que se elevara algo más el presupuesto para la próxima cita. "Hay que pagar un poco más por persona porque con ese precio cerrado no puedo poner chipirones", se lamentaba en la terraza de su local, donde vecinos charlan y se toman un botellín desde hace casi veinte años. Allí estaban el presidente de la asociación El Sur, Manuel Picón, y el presidente del comité de empresa del Ayuntamiento Manuel Loza (CCOO), quienes elogiaron la idea de promocionar las cosas buenas del Polígono Sur y destacaron la buena ayuda que ofrecen los residentes de la Flora Tristán al barrio, a las familias y a los niños. 

Desde el bar Quintanilla, famoso por sus cabrillas, caracoles, serranito y pavía de bacalao, su dueño, Antonio Quintanilla, se alegra de que se dé a conocer el barrio y sus bares. Admite que a nadie se le había ocurrido antes esta idea, aun cuando vendría bien con la crisis. "La crisis se nota mucho porque hay más paro que en otros sitios y las familias aquí dejan de gastar dinero en mayor proporción que en otra zona. Sería bueno atraer clientela de estudiantes", destaca

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