X años de Arte Sacro. Diez años esperando a las doce de la noche. Rafael Jiménez Sampedro

Arte Sacro es desde hace diez años el portal donde consulto día a día las noticias que generan las hermandades. El desarrollo tecnológico ha sido grande, la velocidad en las comunicaciones, los nuevos modos de acceder (móviles, tabletas) hacen aún más fácil enterarnos de lo que acontece en nuestro pequeño mundo, y ya últimamente la incorporación a las redes sociales hace que Arte Sacro sea más que nunca la referencia informativa en Internet de las hermandades.

Llevo, como muchos, diez años esperando a que sean las doce de la noche para que Arte Sacro renueve sus contenidos con puntualidad de fiscal de cruz de guía de una cofradía en La Campana. Mis costumbres, por culpa o gracias a Internet, han variado tanto que el tener acceso a la red desde varios dispositivos hace que esa costumbre de ver las noticias a la medianoche se haya arraigado en mí.

Pero Arte Sacro es más que un portal de noticias, es un modelo a seguir y sobre todo un modelo no solo seguido, sino imitado (o imitadísimo diría más bien). Lo que un administrativo y un periodista idearon como una aventura personal sin intención de convertirse en algo más que un entretenimiento ha revolucionado el mundo de la información cofradiera. Arte Sacro, con sus propios medios, ha conseguido desviar a Internet el día a día de la actualidad, que otrora se reflejaba principalmente en las páginas impresas de los periódicos. Arte Sacro es y seguirá siendo modelo para otras webs por su cobertura de la actualidad de las hermandades. Piensen si no en las galerías de cultos o procesiones que tienen sección propia en su web y que han servido de inspiración para no pocos.

Y hay además algo en lo que Arte Sacro ha logrado resistir. Sus componentes no buscan el acumular visitas -aún así lo consiguen- como logro personal, sino prestar su servicio de la mejor forma posible. Y por ello le alabo a su director que no haya incorporado comentarios a sus noticias. En Arte Sacro el que quiera escribir tiene que firmar su opinión, y no se admite el comentario cobarde y anónimo de los que escudados en pseudónimos se permiten verter sus muchas veces escasos conocimientos para criticarlo todo. Sigue así, Paco, seguid así, Pepelu, Dani, Alberto, Eduardo y el largo etcétera de colaboradores que formáis esa web, porque cada día seguiré, como llevo diez años, esperando a que sean las doce de la noche para leer vuestro trabajo y no lo que los demás opinan sobre lo que otros escriben.