miércoles, 30 de octubre de 2013

Los talleres mecánicos y los bares se consolidan como sectores del autoempleo

Casi 100.000 sevillanos viven -o lo intentan- del autoempleo. Las últimas cifras del Ministerio de Empleo y Seguridad Social (correspondientes a agosto de 2013) fijan en 95.625 los sevillanos dados de alta como autónomos. Son, por tanto, trabajadores por cuenta propia que no dependen de un jefe. La cifra, que se ha mantenido estable desde que estalló la crisis, ha aumentado un 1,56% respecto al mismo mes del año pasado. En doce meses este colectivo ha sumado en la provincia 1.472 integrantes nuevos.

Pero, ¿cuáles son los sectores en los que más se deciden los sevillanos a emprender un proyecto empresarial por cuenta propia? Los datos del citado ministerio reflejan que la reparación de vehículos y la hostelería acapara la preferencia de los autónomos. En agosto había 31.124 autónomos de la provincia inscritos en la primera actividad (el 32,54%) y 10.055 en la segunda (el 10,5%). La predilección de los autónomos también sirve para establecer cierto perfil sobre un tipo de emprendedor en la provincia. Se trata, por lo general, de negocios en los que no se requieren estudios superiores, pero sí cierta especialización técnica o profesional, generalmente adquirida a través de los Ciclos Formativos (FP), cuyo alumnado, por cierto, ha superado este curso al de Bachillerato.

Tal es el auge que han adquirido los talleres de automóviles que los empresarios del sector han dado la voz de alarma ante el aumento de la clandestinidad. En concreto, el número de establecimientos ilegales llegó el año pasado a superar los 80, de los cuales se cerraron una veintena tras la inspecciones reglamentarias. La Federación de Empresarios del Metal (Fedeme) visitó más de 15 localidades de la provincia en las que detectaron que el 30% de dichos negocios carecía de licencia. Otro aspecto a tener en cuenta es que muchos de los empleados que trabajan en ellos lo hacen sin un contrato para la gestión de productos peligrosos.

En cuanto a la hostelería, bien es sabido que desde hace tiempo se ha convertido en una de las salidas más recurrentes al desempleo. Esta opción se ha consolidado durante la crisis, sobre todo en la capital hispalense, donde el mismo sector llega a hablar ya de "burbuja hostelera". Pasear por algunas de sus céntricas vías lo demuestra: donde antes había sucursales bancarias, agencias de viaje o tiendas de ropa se abren ahora bares, restaurantes o cafeterías. Tan solo en la ciudad de Sevilla la Gerencia de Urbanismo tramitó en 2012 más de 250 licencias de apertura para bares y en otras 240 se procedió a un cambio de titularidad. Dicho efecto no hace sino condicionar aún más la economía de la capital andaluza al sector terciario, en torno al cual parece girar casi todo el esfuerzo emprendedor.

La construcción sigue constituyendo otro sector de referencia para los trabajadores por cuenta propia. Septiembre se inició con 7.813 autónomos sevillanos que se dedican ahora, tras el desplome del ladrillo, a realizar obras particulares (atrás quedan las grandes promociones) y reformas de viviendas ante la escasa oferta por parte de las empresas privadas y públicas.

De igual modo, es cuantioso el número de autónomos que se dedican al transporte y almacenaje (6.601) así como los que llevan a cabo actividades científico-tecnológicas (6.579).

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