miércoles, 26 de febrero de 2014

Tapeo por los mercados de Sevilla

Para conocer bien una ciudad hay que visitar sus mercados, ver y oler lo que hay en los puestos, compartir impresiones con clientes y vendedores. Cada uno de estos mercados suele tener una identidad propia según el barrio donde esté ubicado y las gentes que lo habitan. En Sevilla, la novedad es que en ellos han surgido bares de tapeo muy recomendables.
Renovarse o morir. Y más en los tiempos que corren, que se han llevado por delante tantos de estos mercados tradicionales. Los que resisten optan por transformarse para atraer a un público y clientela cada vez más efímera y exigente. Ahora no solo los puestos lucen más limpios y ordenados sino que también han ampliado su oferta y venden incluso productos para consumirlos allí mismo, algo impensable hace unos años.
Si uno está de visita por Sevilla, esta es una buena opción para seguir viendo la ciudad mientras se come (de lunes a sábados, antes de las 15.30). Este es un itinerario por varios de estos mercados para disfrutar de alimentos frescos a unos precios muy populares. Se puede comer aquí por menos de 10 euros por persona. Ya sea en bares más sofisticados o en otros con comida más casera y tradicional en los que por 2 euros se puede degustar una tapa de sangre encebollada, sardinas asadas, menudo con garbanzos o rabo de toro.
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Mercado de Triana

Empezamos en el Mercado del barrio de Triana, ubicado en la Plaza del Altozano, junto al turístico Puente de Triana y desde el que uno puede asomarse al Castillo de San Jorge (antigua sede de la Inquisición). Allí están las ostras más frescas de Sevilla, así como un exquisito sushi. Además, La Ostrería ofrece cada jueves a las 21.30 espectáculos flamencos gratuitos para que el deleite sea mayor. Aunque los puestos del mercado cierran al mediodía, sus bares abren todo el día a partir de las 12.00.
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Mercado del Arenal

Cruzamos el Puente de Triana para sortear el río Guadalquivir y ya estamos en el Mercado del Arenal, muy cerca de la Real Maestranza y de la Torre del Oro. Ubicado en la calle Pastor y Landero, encontramos el bar Verde Limón, con comida tradicional hecha con productos andaluces y ecológicos. Y para el postre hay que acercarse aVeganitessen, especialmente si uno es vegetariano, pues siguen a rajatabla la dieta vegana en sus recetas.
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Mercado de las Setas

Si uno se adentra hacia el centro histórico de la ciudad, llega al Mercado de las Setas de la Encarnación, ubicado entre el Antiquarium (ciudad romana bajo tierra que es visitable) y el Metropol Parasol, cuyo diseñador fue el arquitecto berlinés Jürgen Mayer. Cogeremos el ascensor que nos lleva al GastroSol Tapas y mientras degustamos su tapa de ceviche (mariscos marinados) o los saquitos de rabo de toro, por citar algunas de susdelicatessen, disfrutaremos de unas vistas de Sevilla envidiables. Por cierto, subir cuesta 1,35 euros que se descuentan de la factura del bar, previa presentación del ticket. GastroSol Tapas está abierto todo el día, por si se quiere ir a cenar.
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Mercado de la Feria

La última parada es en el Mercado de Abastos de la calle Feria, camino de la Basílica de la Macarena, junto a las antiguas murallas de la ciudad. El mejor día para visitar el barrio es el jueves cuando se colocan puestecillos ambulantes con objetos usados, lo que se conoce como el tradicional Jueves. Tras recrear la vista con semejante despliegue de objetos curiosos, nada mejor que una parada en La Cantina. Este bar instalado en el mercado de la Feria lleva allí más de un siglo y ha pasado por varias generaciones que lo mantienen en pie para suerte de quienes deciden pararse allí. Su esencia castiza y el entorno del mercado, al aire libre y rodeado por la Parroquia de Omnium Sanctorum y el antiguo Palacio de los Marqueses de la Algaba, hacen del tapeo toda una experiencia.

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