viernes, 21 de junio de 2013

Ruta sevillana por los bares de los ERE

El caso ERE empezó aquí, en estas antiguas instalaciones ubicadas junto al Hipercor de Sevilla Este, en el kilómetro 1 de la carretera Sevilla-Málaga. Mercasevilla huele a pescado, carne, fruta y hortaliza. También a Cruzcampo de barril recién tirada. Y a la  presunta corrupción que investiga la juez Mercedes Alaya. A Manuel, Ángel y X-men[el último no quiere desvelar su nombre y lanza lo de X-men porque lo dice su camiseta negra], de 56, 37 y 34 años, conductores de camiones, les apesta que el nombre de este mercado de abastos se asocie a corrupción. La cervecita fresca del mediodía ayuda a olvidar la miseria moral que azota esta Andalucía fustigada.
En el Mercabar (el bar de Mercasevilla), Juan Francisco Algarín Lamela, testaferro de Juan Lanzas, le daba dinero en presencia de Daniel Ponce (exdirectivo de Mercasevilla condenado por este caso). El trío de autónomos ofrece su propia interpretación del caso de los ERE. “Son todos unos sinvergüenzas, unos más y otros menos, pero esto de Guerrero, el chófer y Lanzas nos ha creado a los andaluces mala fama”, apunta Manuel, autónomo, como sus dos compañeros de volante. Ángel siempre votó al PSOE “por herencia”, apostilla X-men, “pero ya llevo cinco años sin votar. Ahora soy apolítico”, confiesa Ángel.
La gente está invirtiendo en un sitio que se ha quedado muy antiguo y que tendría que hacerse todo de nuevo. Por una nave por la que antes te podían pagar 270.000 euros ahora ya no te dan ni 18.000 eurosSiempre habrá golfos, pero al final sólo meten en la cárcel a quien roba 1.000 pesetas; nunca pasa nada para el que roba 1.000 millones”, se lamenta Manuel. X-men tiene una teoría nada optimista: “Como todos los partidos roban, hay que votar a quien crees que te va robar menos”. Ya van por la segunda Cruzcampo. La cajetilla de Winston también mengua conforme avanza la conversación.
Dentro del bar, con un menú que cuesta 7,50 euros y una tapa del día de apenas un euro, un empresario sevillano de unos 40 años abunda en cómo en el caso Mercasevilla Fernando Mellet, exdirectivo del mercado de abastos, y Rodrigo de Torrijos, exteniente de alcalde con Izquierda Unida, se repartían el negocio en el mercado de abastos. Mellet y Torrijos compartieron una suculenta mariscada en Bruselas. “La gente está invirtiendo en un sitio que se ha quedado muy antiguo y que tendría que hacerse todo de nuevo; el Hipercor, que creía que esto iba a estar lleno de pisos, está ahogado en su crecimiento y por una nave por la que antes te podían pagar 270.000 euros ahora ya no te dan ni 18.000 euros”, explica.
Corrupción “a estilo compadre”
El taxista que lleva al reportero de Mercasevilla a la avenida de Hytasa, la sede de la antigua Consejería de Empleo, apunta: “En Andalucía hay la misma corrupción que hay en Madrid con Bárcenas o de Urdangarín en Mallorca y Valencia, pero aquí lo hacemos a estilo compadre”. El conductor podría poner el ejemplo de la entrega de sobres en los bares de los alrededores del Polígono de Hytasa, cerca del teatro Salvador Távora

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