miércoles, 15 de mayo de 2013

Las Reales Atarazanas de Sevilla, de Matilde Fernández Rojas

El interés suscitado en los últimos años por las Atarazanas de Sevilla y la inexistencia de un trabajo monográfico y abarcador sobre ellas han sido el motor para la elaboración de este trabajo de investigación. Considerado el astillero mayor, más importante y monumental de la Edad Media, es la primera construcción de patrocinio real tras la conquista de la ciudad, al ser mandado edificar por el rey Alfonso X el sabio, en "el Arenal informe", estando terminado en 1252. Las Reales Atarazanas constituyen una valiosa edificación, plena de historia y simbolismo: vestigio de la marina castellana, de las empresas artísticas alfonsíes, de la historia de Sevilla, su puerto y su comercio, y un referente urbanístico ineludible.

En palabras de Matilde Fernández Rojas, “sin duda las Reales Atarazanas de Sevilla, con sus ya 760 años de edad y su rica historia, forma parte de nuestro patrimonio como uno de los monumentos civiles medievales más importantes de la ciudad. A pesar de la importancia arquitectónica, de su significado histórico y de ser la primera construcción tras la conquista de Sevilla por Fernando III en 1248, las Atarazanas no han sido objeto de un estudio monográfico. Fue el rey Santo quien deseó construir un competente astillero en la ciudad donde fabricar y armar navíos que posibilitasen la defensa y ampliación de sus territorios. Su pronta muerte hizo que fuera su hijo y sucesor Alfonso X el que llevara a cabo la edificación, que estuvo terminada en 1252.

Mencionado por cronistas e historiadores, los sumarios testimonios existentes sobre el monumento se hallan dispersos en documentos y referencias literarias, a menudo imprecisas, repetitivas y confusas. Estudios parciales recientes y la aportación de los trabajos arqueológicos efectuados en parte de las siete naves conservadas, han clarificado algunos puntos sobre su construcción e implantación en el Arenal, frente al río, apoyadas en el lienzo de muralla de la ciudad entre los Postigos del Carbón y del Aceite.

La propia situación actual de las Atarazanas hacia necesaria una revisión rigurosa y exhaustiva, un análisis científico y una búsqueda de nuevos documentos que completaran el conocimiento de su rica y prolongada vida. Ya en 1946 fue considerado por Torres Balbás el arsenal medieval mayor y más monumental de entre los existentes, del que apenas queda un tercio de su construcción, siete espectaculares naves contiguas al Postigo del Aceite. La contemplación de la sucesión de pilares y arcadas que se desarrollan en su espacio interior provoca perspectivas diáfanas de sugestiva belleza.

Hemos planteado nuestro trabajo con una visión abarcadora, tratando el vetusto arsenal no como un edificio aislado y pintoresco sino como la valiosa pieza arquitectónica que es,  plena de historia y simbolismo. Es vestigio de la historia de la marina castellana, de las empresas constructivas patrocinadas por Alfonso X, de la historia de Sevilla, su puerto y su comercio, referente urbanístico ineludible y generador de la trama urbana circundante. Es arquitectura potente y simple a la vez, cuya solidez y espacialidad han permitido soportar desde el siglo XIII hasta nuestros días diferentes usos que han generado otras arquitecturas”.

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