En los últimos 43 días, casi medio millón de pasajeros del aeropuerto de Sevilla no ha podido comprar una botella de agua ni beber café o tomar un bollo en ninguna de las cafeterías de la terminal por la huelga indefinida que mantienen desde el Viernes de Dolores los trabajadores del grupo Abades para que readmitan a un empleado.
La empresa concesionaria del servicio de restauración del aeropuerto ha pedido este viernes la mediación de profesionales del Derecho en el Sercla (Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales) para acabar con una huelga que está afectando a la imagen turística de Sevilla.
Antonio Martín, director general de Abades, explicó que el conflicto se ha producido precisamente cuando el comité de empresa -con mayoría de CC.OO.- había alcanzado a principios de 2013 un acuerdo de retribuciones para el nuevo convenio laboral. Según Martín, el aeropuerto de Sevilla ha sufrido una importante caída de pasajeros en 2012 (700.000, según Aena, lo que supone un 13,5% menos respecto al año anterior), por lo la empresa se ha visto obligada a recortar gastos.
Dentro de esta política de recortes se procedió a despedir a un empleado de mantenimiento para subcontratar el servicio para todos sus establecimientos en Sevilla (Abades Triana, El Cabildo, el aeropuerto y el Hotel Andalusí Park) y con la mitad del coste.
Los 75 empleados de Abades en el aeropuerto no han aceptado el despido de ese trabajador, al que se le ha indemnizado con 20 días por año, y han convocado una huelga indefinida que ha provocado a la empresa una reducción de sus ingresos de al menos 600.000 euros en los 43 días que llevan cerradas las cafeterías del aeropuerto. A pesar de que los trabajadores llevan casi dos meses sin cobrar su sueldo desde febrero, el comité de empresa sigue manteniendo el pulso a Abades al mantener la huelga indefinida.
«No cederemos al chantaje»
Martín ha dejado claro que «Abades no cederá al chantaje» al que los trabajadores están sometiendo a la empresa para que admita al trabajador. «Están pintando las fachadas de trabajadores que no se han sumado a la huelga; han insultado a la directora del restaurante El Cabildo, al que entraron el pasado 1 de Mayo insultando y acosando a los clientes; y están realizando actos de vandalismo en máquinas vending y mobiliario de la empresa en áreas restringidas del aeropuerto, donde se supone que existe un sistema de seguridad», declaró a ABC el director general de Abades.
Para aliviar a los pasajeros del aeropuerto que no pueden hacer uso de las cafeterías, Abades intentó regalarles agua y fruta «pero los trabajadores lo impidieron. Es lamentable -señaló Antonio Martín- la pésima imagen que se han llevado de Sevilla los turistas que vinieron en Semana Santa y Feria».
Por su parte, los trabajadores niegan haber realizado actos de vandalismo «entre otras cosas porque sería de tontos, ya que sabemos que hay cámaras por todos el aeropuerto». Asimismo, afirman que durante la huelga la empresa abrió dos días un bar en el aeropuerto con personal no adscrito a ese centro de trabajo, extremo negado por Abades, que ayer acudió a Inspección de Trabajo para demostrar que esos empleados forman parte del personal de la terminal.
Cincuenta y siete días después de la huelga que dejó sin bares, cafeterías ni restaurante al aeropuerto de Sevilla, la empresa Abades -concesionaria del servicio de restauración en esa terminal- alcanzó en la madrugada de hoy un acuerdo con el comité de empresa para readmitir al trabajo despedido, que ayer depuso también la huelga de hambre que inició hace una semana cuando los empleados se encerraron en la Catedral de Sevilla. El acuerdo permitirá abrir de nuevo mañana los bares y además desbloquea el acuerdo sobre subidas salariales en la empresa, acuerdo que contempla mejoras respecto al convenio del sector.
El acuerdo se alcanzó a las tres de la madrugada de hoy en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales, organismos donde están representados la CEA, UGT y CC.OO. Finalmente, Abades ha aceptado readmitir a un trabajador de mantenimiento que despidió en febrero para reducir costes. El empleado trabajará a tiempo parcial, por lo que le cobrará 12.000 euros anuales más un complemento de 2.000 euros, frente a los 37.000 euros que percibía anteriormente, lo que supone una reducción del 30%. Se da la circunstancia de que el trabajador en cuestión había rechazado otra oferta de Abades para trabajar por 18.900 euros anuales en una empresa de mantenimiento.
Tanto Antonio Martín, director general de Abades, como Manuel Saborido, representante de UGT en el comité de empresa, mostraron ayer su satisfacción por este acuerdo, que pone fin a una huelga que sin duda ha dañado la imagen turística de Sevilla en plena Semana Santa y Feria de Abril. El cierre de los bares durante 55 días ha supuesto para Abades una reducción de su facturación de un millón de euros, mientras que los 75 trabajadores de Abades en el aeropuerto dejarán de cobrar más de 300.000 euros de salario y cotización por acogerse a la huelga.
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