domingo, 19 de agosto de 2012

EXITO SONADO - LA DUQUESA DE ALBA Y LOS 400 INVITADOS

EXITO SONADO - LA DUQUESA DE ALBA

Corría el año de las bodas reales.
A nuestro amigo-cliente Carlos Telmo se le ocurre una idea genial.
A de entregar los credenciales de Presa a todos los periodistas que cubren el evento del año.
La Boda del Torero Francisco Rivera y La aristócrata sevillana Eugenia Martínez de Irujo.
No se le ocurre otra idea que proponermelo.
Yo que le echo valor a todo y me gustan los nuevos retos, asiento.
El menú sencillo de Entrantes Gambitas , Ensaladilla de Mariscos, Tortilla de Papas, Jamón , Queso Curado, Chorizo y Salchichón de Bellota de Joselito.
De plato principal a elegir entre Potaje Gitano, Puchero y Chocos con guisantes y espinacas.
Los trabajadores muchos, destacar la cocina mi madre Paquita y mi hermana Yoli, y muchos agradecimientos para todos los demás.
Como antesal y jurado la noche anterior nos supervisaron el menú nada más y nada menos que Rafael Juliá - en su Hacienda se celebraba la boda al día siguiente- , Rosa Villacastín, Ana Rosa, María Patiño, Karmele, Mariñas y muchísimos más.
A mi madre que le gustaba por aquel entonces más un Hola y un 10 minutos que otra cosa en el mundo, se sentía como pez en la pecera, no daba crédito a sus ojos, ni en sus mejores sueños  se le hubiera pasado por la cabeza, que algo tan maravilloso le pudiera estar pasando.
Máxime cúando Rosa la de corazón corazón la definió y posteriormente nombró como la Cocinera Rosa.
Estaba mi madre como cochino en charco.
El mismísimo Carlos Telmo en persona se cercioró de que todo sus invitados de honor dieran el visto bueno al menú.
Al día siguiente se congregaron más de 400 periodistas a recoger las credenciales que les autorizaban a apostarse en los distinguidos lugares seleccionados para cada uno de ellos para tal fín.
La mano derecha de Carlos Telmo, mi amigo de la Facultad de Económica Alfonso, diligente y ordenadamente pedía dnis, repartía las credenciales y punteaba con una cruz al profesional recepcionado.
No cabía un alma.
El caos se apodero de la calle Arfe y Nazareno cuando la Duquesa se bajó de su coche oficial.
El tsunami periodístico fue tal que no hubo precedentes de tal magnitud en una acción de cobertura nacional.
Como pudo la Duquesa llegó a El Colmaito de Cai y atendió como siempre educadamente a todos y cada uno de los allí congregados para tal fín.
Mi hermana Patri le llevó un picoteo y entre preguntas y respuestas terminó hasta el puchero de Paquita.
Al día siguiente los comentarios perversos de la competencia se pululaban en el ambiente.
Que culpa tengo yo de caer en graci hasta la mísmisima Casa de Alba.
El trabajo constante, la atención a mis clientes, el buen trato dispensado a los vecinos tienen su fruto.
Otros  malhablaos lo denominan Suerte, que también hace falta por supuesto.
Pero que me levantaba todos los días a las 8.00 de la mañan a ir a comprar, NO.
y que estaba preparado profesionalmente y que me lo merecía TAMPOCO.
Que cuando Juana la de los calientes me pedía un favor y lo hacía antes de que me lo pidiese TAMPOCO.
Al final la que es agradecida es bien nacida, y Juana lo era, y su amigo Carlos Telmo también, Y el trato que yo les dirigía siempre cuando visitaban el colmaito de clientes, me imagino que tuvo que influir un poco en la desición de Carlos.
La verdad es que fue un año de visitas de aristócratas, pues tras eso personajes de la talla de Nati Abascal y su séquito de amigas fueron fieles clientes de este humilde bar en un rincón perdido del centro de Sevilla.
Y la verdad es que mi inocencia en esa época, me impidió aprovechar mejor la oportunidad que me brindó el destino.
Pero como yo siempre digo lo que tiene fuera y tiene que salir sale, lo que no nó.


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