Andabamos mi mujer y yo por Japón de vacaciones, cuando recibí un email de los organizadores del concurso de la nariz de oro.
En todas las ediciones anteriores yo había participado quedando siempre había quedado entre los finalistas.
Realmente lo hacía por hobby ya que este certamen carece de prestigio alguno según mi manera de ver y entender la acepción vinícola.
Esta vez yo logicamente no podía asistir pero encomendé la asistencia al por aquel entonces la persona colaboradora en el Colmaito de Cai en temas de sumillería, Ramón Ubed.
Ramós asistió y ganó el certamen.
Nadie daba crédito a que el Colmaito de Cai había sido el establecimiento galardona con tal mención.
Si bien cabe decir que Ramón fue siempre finalista en ediciones anteriores.
Con una nariz afiladísima y un olfato prodigioso barrio con el resto de participantes.
El caso es que recibió su premio su cheque y la redacción de dos artículos de prensa que se publicarían en la revista propiedad de La Nariz de Oro, Vino y Gastronomía.
El primer artículo era sobre su c.v. , trayectoria, carrera, su vida profesional, su desarrollo como sumiller en el colmaito.
El segundo y más interesante a nivel informativo era la elaboración de una ruta de tapas en la zona del Arenal de Sevilla, lugar donde reside El Colmaito de Cai.
Logicamente este artículo pretendía dar a conocer la zona y El Colmaito, como ganador que era de La Nariz de Oro 2009.
Finalmente y una vez terminado se envió a Vino y Gastronomía.
Y pongo el grito en el cielo porque no se publicó.
Llamamos a Vino y Gastronomía y preguntamos que que pasaba.
Politicamente nos contestaron que finalmente no se publicaría.
Nos quedamos patidifusos y perplejos.
Pero no salimos de nuestro asombro cuando Vino y Gastronomia publicaba en la que debía de ser nuestra edición un artículo exactamente igual que el nuestro.
La diferencia estaba en que en este caso la zona que se promocionaba era El Barrio de Santa Cruz, y el restaurante de una famosa cadena de restaurantes de Sevilla.
Llamamos a Vino y Gastronomía y preguntamos , y su respuesta fue que saldría en la proxima edición.
Nunca más se supo de ese artículo.
De ahí mi desconfianza ante todo tipo de certamen politizado, desde entonces no me presento a ningún concurso.
Ni al de Suniller de Andalucía, ni al Torres Quick Master ni a ninguno otro más.
No es lo mismo tener un amigo que un conocido.
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