P.E.R.

P.E.R.

No conozco a mayor liante en el mundo que a mi amigo JUANLU JUANLU JUANLU JUANLU PANTOJA.
Tiene tanto arte que cuando uno se quiere ir casa le entre hasta en el pensamiento las ganas de caer en el pecado capital -capital sin, que no es la capital de la sin alcohol, o de la sinpagar , sino en ingles pecado capital - pereza.
El caso es que como siempre me la mete doblada, y yo me apunto a un  a bombardeo, me lanza el anzuelo de que en una academia naútica le ha llegado por internet una oferta para sacar el título del patrón de embarcaciones de recreo , a partir de ahora P.E.R. , y finalmente me convence y pico.
Y de oferta nada, como diría papauchi, caro, caro, caro.
Pero yo que antes que salga el toro ya he envestido, me como el gusano, pico el anzuelo y nos apuntamos.
El profesor era el más pesao del mundo, un coleguita de Alcalá del Rio, que escribía poesias, con el yo me llevaba muy bien, pero con Juanlu chocaba, entre otras cosas, porque siempre le nombraba como Joselu, JAJAJAJAJA.
Yo me partía.
El curso estab lleno de anecdotas pero como el individuo que nos daba clase estaba exento de todo arte y gracia, a Juanlu las clases se le hacían interminables, el pobre hombre en lugar de hacer una clase didáctica, se repetía tanto y hacía tantas pausas, que es la la clase no es no avanzara sino que retrocedía.
Teoría daba poca, se centraba en las preguntas tipo test de los exámenes, en que las repitiéramos y triripitiéramos.
Se basaba en que los exámenes del P.E.R. los hacían funcionarios no profesores mercantes, por lo que tenían una batería de 500 preguntas y lo único que hacían era cambiar el orden de las preguntas.
Si bien cierto esto era que el examen lo aprobé hasta yo que no tuve casi ni tiempo para estudiar a excepción de repasar multitud de veces los test de exámenes.
Una vez aprobados nos hicimos la habilitación de práticas a motor y radio.
Ya sólo nos faltan las práticas a vela, aunque realmente para tal arte contamos con el inestimable apoyo de nuestro amigo Fernandito González-Vallarino Fernández de Castro, que durante todo el invierno pacientemente nos ha estado enseñando a navegar a vela desde Punta del Moral.
Así que cuando llegado el momento y nos examinemos de la vela esta va a estar chupao.