VINOBLE

VINOBLE

Vinoble es un certamen bianual que se celebra en Jerez de la Frontera provincia de Cádiz dirigido a promocionar principalmente vinos licorosos y donde también tiene cabida como patrimonio mundial que son los vinos generosos porque una parte de su tipología también son licorosos y también los brandies.
Organizan diariamente catas impresionantes, en las que hay cola para entrar.
Por hacer una recapitulación entre la clasificación de vinos generosos licorosos encontramos Pale Cream, Cream, Oloroso Dulce y Pedro Ximenez entre los más generales.
Si bien cabe decir que hay subespecialidades en esta clasificación de vinos generosos licores como pueden ser los East Indian o Amorosos, pero saber esto es ya para profesionales y se dedican mayoritariamente a la exportación.
Se trata básicamente de difundir la cultura de los vinos dulce naturales y los vinos naturalmente dulces.
Los vinos dulces naturales son aquellos en los que se corta la fermentación antes de tiempo para conseguir determinada graduación alcohólica y luego se chaptalizan, es decir se les añade azúcar al vino para que terminen con un grado de dulzor deseado.
Los vinos naturalmente dulces se les deja que termine la fermentación hasta el final porque proceden de uvas que de por sí tienen una gran carga azucarada.
Entre las rarezas que se pueden encontrar en Vinoble, no porque estén especialmente buenos sino porque son vinos que están a punto de su extinción, son difíciles de conseguir y realmente no son muy sabrosos pese a que son peculiares están el Arrope, sólo encontré una Bodega que lo presentaba.
Los inconfundibles Moscateles de Navarra.
Los volcánicos caldos de las Islas Canarias con su variedad Malvasía, me sorprendió el rosado.
También los vinos del Etna en Sicilia muy cuidados, tanto estos como los anteriores procedentes de sus vitis viníferas originales ya que nunca han sido afectados por  ninguna enfermedad al desarrollarse en tierras donde la temperatura natural es tan alta que impide la proliferación de bacterias y virus como el Oidio, Mildiu, Filoxera, Araña Roja y mil más.
Por su originalidad las sidras de hielo, la mejor a mi parecer la canadiense Inieskilin con su uva Vidal, aunque produce con más uvas.
Los expresivos Vinsantos de la Toscana Italiana.
Los vinos botríticos de Barsac, Sauternnes y Lupiac, son únicos.
El Escenzia de 7 putonios de Tokay de Hungria excepcional.
Los blancos argentinos elaborados con uva Torrontes espectaculares.
Los Oportos en concreto me impresionó de la Bodega Calem un Tawny 30 años irrepetible.
Los Icewein alemanes con Gewürztaminer de la parte alta del Tirol en la frontera con Italia.
Los vinos dulces de las Islas de Santorini en Grecia.
Y un millar de vinos más dignos de estar en este blog, pero que por su extensión prefiero no mencionar para no provocar el aburrimiento de los lectores.